x Convergencia UAHC
Generalmente en la Academia la organización de los estudiantes viene junto a la coyuntura mediática que pueda estar atravesando el movimiento estudiantil. Cuando se llama a un paro nacional, a marchas convocadas por las organizaciones macro estudiantiles (CONFECH) u otro tipo de convocatorias. Este año, al no ser uno de los más recordados en cuanto a movimientos masivos, la organización en la academia fue escasa, con pocas convocatorias a asambleas por carrera y una mínima participación como universidad en los movimientos que se dieron de profesores, sindical, etc.
El pasado dos de septiembre la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones – PDI -, que queda al frente de la UAHC fue atacada por un grupo de encapuchados que fue reivindicada como una protesta en conmemoración al golpe de estado de hace 36 años que sumergió a nuestro pueblo en el terrorismo de Estado, en la destrucción de las victorias sindicales y en la imposición de un sistema que hoy en día se sigue perfeccionando por los gobiernos “democráticos”. Al ser atacados, la PDI se defiende disparando a destajo contra la universidad y estudiantes en general, que solamente estaban viendo el conflicto, llegando incluso a apuntar con metralletas de guerra tal cual como en dictadura. Luego de este ataque sufrido por la PDI se da un incremento de la persecución política dentro de la universidad, incluso más de la que ya había.
Antes que todo se toma de manera arbitraria a dos estudiantes de la Academia, que, sin ninguna prueba contra ellos, son automáticamente culpables del atentado sufrido ese dos de septiembre, se les suspende la matrícula y quedan como imputados mientras dure una turbia investigación, que incluye a civiles de la PDI camuflados dentro de nuestra universidad, interrogatorios sorpresa a estudiantes de la Academia, allanamiento a casas de estudiantes incluso sin orden preestablecida, llamados a citaciones de “entrevistas” que incluyen insultos y amenazas. De parte de rectoría y las principales autoridades de nuestra universidad “de pensamiento crítico” tampoco lo han hecho nada de mal para aportar a esta persecución política, comenzando con el cierre del único espacio verde de la universidad, llamado a sumarios secretos a estudiantes de manera selectiva, el cierre de la sala “Claudia López” (que era administrada por estudiantes y se usaba para actividades, asambleas, propaganda), el acuerdo de cooperación que tiene junto al Ministerio del Interior, etc. La autonomía universitaria nuevamente se pierde en una universidad supuestamente con contenido crítico y de apoyo hacia movilizaciones, pero sin embargo, no duda un momento en entregar información de estudiantes a la PDI y continuar con una turbia investigación.
Durante este proceso los estudiantes de la Academia nos hemos vuelto a organizar, principalmente por lo que nos une, que es reclamar la inocencia de nuestros compañeros Pablo Carvajal y Matías Castro, los dos estudiantes de la Academia actualmente presos. Durante ese proceso de organización fuimos capaces de formar una asamblea y fomentar actividades en apoyo a nuestros compañeros, fuimos capaces de organizar un mitin y encarar a rectoría que cada vez muestra una cara más represiva y con un discurso falso de izquierda, acusándonos de micro traficantes y escapando de nuestros petitorios.
Lamentablemente la organización que logramos levantar fue disminuyendo y a la vez siendo desprestigiada por organizaciones reformistas que lamentablemente existen en nuestra universidad, que más les interesa el “prestigio” de nuestra casa de estudio que la libertad de nuestros compañeros, sobre todo en carreras como sociología, donde anónimamente mandan mensajes cobardes a los estudiantes que se movilizan, y otros que más les importa la estructuración de federaciones y junto a ello la competencia de partidos políticos antes que exigir la libertad inmediata del Pablo y el “jubilo”.
Es realmente repudiable que además de sufrir como estudiantes populares el endeudamiento para poder estudiar, ya que nuestra universidad es privada, o sea, una empresa, que tengamos que gastar semanalmente una cantidad no menor en fotocopias, el poco espacio a salas de computación no equipadas para la cantidad de estudiantes que lo necesitan, de no dejar tomar ramos a estudiantes que tenían atraso en el pago de la mensualidad , además de todo ello, que tengamos que vivir una situación de hostigamiento y represión dentro de nuestra universidad, que hacia fuera muestra una cara intelectual de izquierda, donde vienen intelectuales hablar sobre movimiento obrero y son ovacionados pero mas allá de ese discurso existe una persecución que muchas autoridades que la ejercen la sufrieron incluso peor en dictadura.
Es necesario que las organizaciones como asambleas se reproduzcan por todas las carreras y denuncien esta turbia persecución que se viene dando de vuelta de unas supuestas “vacaciones”, de parte de la PDI, el gobierno y las autoridades de la universidad. Continuar con las marchas por la libertad de nuestros compañeros Pablo y Matías y sobre todo no caer en ser coyunturales al momento de organizarnos, para formar bases sólidas de organización estudiantil que puedan ejercer una presión sobre los falsos críticos de nuestra universidad, además de perder el miedo cuando nos toca organizarnos.
El pasado dos de septiembre la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones – PDI -, que queda al frente de la UAHC fue atacada por un grupo de encapuchados que fue reivindicada como una protesta en conmemoración al golpe de estado de hace 36 años que sumergió a nuestro pueblo en el terrorismo de Estado, en la destrucción de las victorias sindicales y en la imposición de un sistema que hoy en día se sigue perfeccionando por los gobiernos “democráticos”. Al ser atacados, la PDI se defiende disparando a destajo contra la universidad y estudiantes en general, que solamente estaban viendo el conflicto, llegando incluso a apuntar con metralletas de guerra tal cual como en dictadura. Luego de este ataque sufrido por la PDI se da un incremento de la persecución política dentro de la universidad, incluso más de la que ya había.
Antes que todo se toma de manera arbitraria a dos estudiantes de la Academia, que, sin ninguna prueba contra ellos, son automáticamente culpables del atentado sufrido ese dos de septiembre, se les suspende la matrícula y quedan como imputados mientras dure una turbia investigación, que incluye a civiles de la PDI camuflados dentro de nuestra universidad, interrogatorios sorpresa a estudiantes de la Academia, allanamiento a casas de estudiantes incluso sin orden preestablecida, llamados a citaciones de “entrevistas” que incluyen insultos y amenazas. De parte de rectoría y las principales autoridades de nuestra universidad “de pensamiento crítico” tampoco lo han hecho nada de mal para aportar a esta persecución política, comenzando con el cierre del único espacio verde de la universidad, llamado a sumarios secretos a estudiantes de manera selectiva, el cierre de la sala “Claudia López” (que era administrada por estudiantes y se usaba para actividades, asambleas, propaganda), el acuerdo de cooperación que tiene junto al Ministerio del Interior, etc. La autonomía universitaria nuevamente se pierde en una universidad supuestamente con contenido crítico y de apoyo hacia movilizaciones, pero sin embargo, no duda un momento en entregar información de estudiantes a la PDI y continuar con una turbia investigación.
Durante este proceso los estudiantes de la Academia nos hemos vuelto a organizar, principalmente por lo que nos une, que es reclamar la inocencia de nuestros compañeros Pablo Carvajal y Matías Castro, los dos estudiantes de la Academia actualmente presos. Durante ese proceso de organización fuimos capaces de formar una asamblea y fomentar actividades en apoyo a nuestros compañeros, fuimos capaces de organizar un mitin y encarar a rectoría que cada vez muestra una cara más represiva y con un discurso falso de izquierda, acusándonos de micro traficantes y escapando de nuestros petitorios.
Lamentablemente la organización que logramos levantar fue disminuyendo y a la vez siendo desprestigiada por organizaciones reformistas que lamentablemente existen en nuestra universidad, que más les interesa el “prestigio” de nuestra casa de estudio que la libertad de nuestros compañeros, sobre todo en carreras como sociología, donde anónimamente mandan mensajes cobardes a los estudiantes que se movilizan, y otros que más les importa la estructuración de federaciones y junto a ello la competencia de partidos políticos antes que exigir la libertad inmediata del Pablo y el “jubilo”.
Es realmente repudiable que además de sufrir como estudiantes populares el endeudamiento para poder estudiar, ya que nuestra universidad es privada, o sea, una empresa, que tengamos que gastar semanalmente una cantidad no menor en fotocopias, el poco espacio a salas de computación no equipadas para la cantidad de estudiantes que lo necesitan, de no dejar tomar ramos a estudiantes que tenían atraso en el pago de la mensualidad , además de todo ello, que tengamos que vivir una situación de hostigamiento y represión dentro de nuestra universidad, que hacia fuera muestra una cara intelectual de izquierda, donde vienen intelectuales hablar sobre movimiento obrero y son ovacionados pero mas allá de ese discurso existe una persecución que muchas autoridades que la ejercen la sufrieron incluso peor en dictadura.
Es necesario que las organizaciones como asambleas se reproduzcan por todas las carreras y denuncien esta turbia persecución que se viene dando de vuelta de unas supuestas “vacaciones”, de parte de la PDI, el gobierno y las autoridades de la universidad. Continuar con las marchas por la libertad de nuestros compañeros Pablo y Matías y sobre todo no caer en ser coyunturales al momento de organizarnos, para formar bases sólidas de organización estudiantil que puedan ejercer una presión sobre los falsos críticos de nuestra universidad, además de perder el miedo cuando nos toca organizarnos.
LIBERTAD INMEDIATA A LOS PRESOS POLITICOS PABLO CARVAJAL Y MATIAS CASTRO AHORA!!!!!!
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