21 de mayo de 2010
Hoy se llevado a cabo uno de las tradiciones a las que mayor provecho le sacan los poderosos del país. La conmemoración del 21 de mayo no sólo busca enaltecer héroes navales, sino que también es un inmejorable escenario para exponer y disfrazar las políticas mercantiles y represivas de los gobernantes.
Este año no fue la excepción, pues la mezcla entre el chovinismo propio de estas fechas, sumado a las consecuencias que tuvieron las catástrofes naturales ocurridas a fines de febrero, transforman a esta instancia en la perfecta para limpiar imágenes, esconder errores e incrementar la confianza del pueblo pobre en los mismos que los traicionan y explotan.
Primeramente tenemos que aclarar que en el seno de Convergencia estudiantil comprendemos que todos y cada uno de los puntos desarrollados en el discurso nos alude de manera directa o indirecta en nuestra condición de hijos del pueblo, sin embargo nos centraremos en dar un enfoque crítico a los temas que nos afectan directamente como estudiantes.
En cuanto a la educación, Piñera se dedicó a redundar en el “gran logro” de tener a todos los estudiantes del país asistiendo normalmente a clases en sus respectivos colegios o instituciones, ya que producto del terremoto muchos colegios del país vieron afectada su infraestructura e incluso algunos cayeron desplomados.
Con respecto a esto, dos particularidades: por un lado los colegios que quedaron mayormente damnificados son –precisamente- a los que asistimos (o asistíamos) la mayoría de los estudiantes pobres o de escasos recursos del país, por lo tanto ésta consecuencia del terremoto no demuestra otra cosa que no sea la mala calidad de los establecimientos donde estudiamos el pueblo en comparación a la situación de los hijos de los beneficiados por el sistema (situación que se puede extrapolar al área de la salud y también de la vivienda).
También se aludió a la potencial reforma que se realizará a la educación. Lógicamente no se efectuarán cambios estructurales en el sistema que sustenta la educación de mercado, de hecho, el terremoto ha sido la escusa perfecta para efectuar la privatización en cubierta de los colegios afectados, a través de la concesión en la reparación de los establecimientos.
Algunas de las medidas anunciadas en el discurso son: la creación de una “agencia que evaluará a los colegios y una superintendencia que fiscalizará el correcto uso de recursos, y que incluso, podrá cerrar aquellos establecimientos que no sean capaces de cumplir estándares mínimos de calidad”. Obviamente ésta medida afecta a aquellos colegios que no cumplan los estándares impuestos por el gobierno… pero, como es la tónica, dichos establecimientos son los que reciben a los estudiantes de los primeros quintiles, es decir, a los hijos de los más explotados y menos remunerados del país. El actuar de ésta iniciativa no es la que se necesita, pues en vez de reparar o inyectar más recursos a establecimientos deficitarios, la salida es cerrarlos y darles una incierta solución a los alumnos que ahí estudiaban.
También se mencionó que “estamos comprometidos a duplicar la subvención educacional en un plazo de ocho años”. Éste punto parece ya haber sido visto anteriormente, ya que los gobiernos de la concertación también dedicó esfuerzos a aumentar las subvenciones, y sin embargo las brechas de clase siguieron agudizándose más y más, por lo que replicamos que poco sirve que el Estado de subvenciones si es que las lógicas privatizadoras y lucrativas sigan se sigan ejerciendo en el país. Para rematar se menciona que la subvención irá principalmente a “las escuelas y liceos que logren avances concretos en el aprendizaje de sus alumnos”, lo cual se traduce en más recursos para aquellos liceos que demuestran avances a nivel de calificaciones, lo que evidentemente no ocurre en los liceos y colegios más precarios del país.
También se dijo que “lanzaremos dos programas: “Comprométete con una Escuela” y “Comprométete con un Niño”, para que fundaciones, empresas y profesionales apoyen con recursos económicos y medios humanos a los establecimientos más pobres o apadrinen a niños de escasos recursos”. Aquello resulta ser uno de los puntos más preocupantes, ya que es un incentivo directo para el lucro en la educación y al paulatino fin de la educación pública. Por lo tanto toda lucha que se ha dado por parte de los estudiantes en el pasado, sería vulnerada y vapuleada por esta privatización encubierta.
“En noveno lugar, seguiremos mejorando nuestro sistema de educación superior y haremos que los aportes del Estado a las universidades…”, sólo con esa parte nos basta para darnos cuenta de la inexplicable exclusión que sufren los compañeros que estudian en Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica, estando en dichas instituciones quienes más beneficios estatales necesitan. En Santiago la mayoría de los estudiantes de educación superior con escasos recursos se concentran en Universidades privadas, Centros de Formación Técnica, Institutos Profesionales. Mientras que este panorama cambia en regiones, donde la gran mayoría se concentra en Universidades Tradicionales como la de Antofagasta, Bío – Bío, UPLA, entre otras.
Por otro lado se anunció que ante la masiva deserción de jóvenes en la educación, se implantarán más métodos de préstamos para aquellos que no puedan pagar sus estudios, como la expansión del Crédito con Aval del Estado. Con respecto a éste punto, a fines de marzo de éste año la comisión Ingresa informó que uno de cada cinco estudiantes en la educación superior tiene el crédito con aval del Estado, donde el 84% de éstos es parte del 60% más pobre del país. Eso quiere decir que uno de cada cinco jóvenes está estudiando gracias a una deuda que estará pagando luego por hasta 20 años, y con un interés cercano al 6%. La ayuda del Gobierno en otras palabras, será más bien para los bancos que ampliarán el número de clientes endeudados. No es ningún favor el que nos hacen, sólo nos sacan del apuro jugando con las esperanzas de los jóvenes más pobres y de sus familias, que ven en la educación una posibilidad de cambiar sus condiciones materiales.
Esto nos demuestra que la educación es uno más de los blancos a los que apuntan los empresarios para lograr su cometido, éstos mecanismos de préstamo implican que los estudiantes nos tengamos que seguir endeudando cada vez de manera más directa y brutal.
Acerca de la represión y la criminalización de la protesta social
En cuanto a la situación de las Fuerzas Armadas y de Orden; se indicó que se cumplirá “el compromiso de aumentar en 10.000 la dotación de nuestros Carabineros y en 1.000 el número de detectives, en las calles”.
Es de primera necesidad referirnos a este tema ya que entre más se incremente la cantidad de efectivos al servicio del patrón, más dura se torna nuestra tarea y, a la vez, más compromiso debemos adquirir en ella. El aparato represivo del Estado es aquel que busca, por medio de la fuerza, defender los intereses clase de los poderosos de este país.
Hay que dejar patente la situación actual de la represión en éste país, ya que en las últimas movilizaciones estudiantiles hemos sido víctimas de una desmedida actuación por parte de las Fuerzas Especiales de carabineros, y también tenemos que tener suficientemente claro que, especialmente en este gobierno, los efectivos represivos tendrán una mayor defensa y libertad en sus acciones.
Como prueba de lo anterior se dijo que “estableceremos en plenitud el respeto debido a nuestros Carabineros y policías. Para ello, enviaremos un proyecto de ley que busca aumentar las penas al maltrato de obra o palabra a Carabineros y policías. Queremos que todos sepan que, cuando se dirigen a ellos, están frente a un representante de la ley, de la seguridad y del orden”.
Como Convergencia Estudiantil hacemos un llamado a la creación de un movimiento estudiantil unificado, que no distinga entre estudiantes secundarios, ni de educación superior (privad o estatal), ni trabajadores de la educación; Que aporte con organización y lucha en la destrucción del sistema capitalista en su totalidad.
Este año no fue la excepción, pues la mezcla entre el chovinismo propio de estas fechas, sumado a las consecuencias que tuvieron las catástrofes naturales ocurridas a fines de febrero, transforman a esta instancia en la perfecta para limpiar imágenes, esconder errores e incrementar la confianza del pueblo pobre en los mismos que los traicionan y explotan.
Primeramente tenemos que aclarar que en el seno de Convergencia estudiantil comprendemos que todos y cada uno de los puntos desarrollados en el discurso nos alude de manera directa o indirecta en nuestra condición de hijos del pueblo, sin embargo nos centraremos en dar un enfoque crítico a los temas que nos afectan directamente como estudiantes.
En cuanto a la educación, Piñera se dedicó a redundar en el “gran logro” de tener a todos los estudiantes del país asistiendo normalmente a clases en sus respectivos colegios o instituciones, ya que producto del terremoto muchos colegios del país vieron afectada su infraestructura e incluso algunos cayeron desplomados.
Con respecto a esto, dos particularidades: por un lado los colegios que quedaron mayormente damnificados son –precisamente- a los que asistimos (o asistíamos) la mayoría de los estudiantes pobres o de escasos recursos del país, por lo tanto ésta consecuencia del terremoto no demuestra otra cosa que no sea la mala calidad de los establecimientos donde estudiamos el pueblo en comparación a la situación de los hijos de los beneficiados por el sistema (situación que se puede extrapolar al área de la salud y también de la vivienda).
También se aludió a la potencial reforma que se realizará a la educación. Lógicamente no se efectuarán cambios estructurales en el sistema que sustenta la educación de mercado, de hecho, el terremoto ha sido la escusa perfecta para efectuar la privatización en cubierta de los colegios afectados, a través de la concesión en la reparación de los establecimientos.
Algunas de las medidas anunciadas en el discurso son: la creación de una “agencia que evaluará a los colegios y una superintendencia que fiscalizará el correcto uso de recursos, y que incluso, podrá cerrar aquellos establecimientos que no sean capaces de cumplir estándares mínimos de calidad”. Obviamente ésta medida afecta a aquellos colegios que no cumplan los estándares impuestos por el gobierno… pero, como es la tónica, dichos establecimientos son los que reciben a los estudiantes de los primeros quintiles, es decir, a los hijos de los más explotados y menos remunerados del país. El actuar de ésta iniciativa no es la que se necesita, pues en vez de reparar o inyectar más recursos a establecimientos deficitarios, la salida es cerrarlos y darles una incierta solución a los alumnos que ahí estudiaban.
También se mencionó que “estamos comprometidos a duplicar la subvención educacional en un plazo de ocho años”. Éste punto parece ya haber sido visto anteriormente, ya que los gobiernos de la concertación también dedicó esfuerzos a aumentar las subvenciones, y sin embargo las brechas de clase siguieron agudizándose más y más, por lo que replicamos que poco sirve que el Estado de subvenciones si es que las lógicas privatizadoras y lucrativas sigan se sigan ejerciendo en el país. Para rematar se menciona que la subvención irá principalmente a “las escuelas y liceos que logren avances concretos en el aprendizaje de sus alumnos”, lo cual se traduce en más recursos para aquellos liceos que demuestran avances a nivel de calificaciones, lo que evidentemente no ocurre en los liceos y colegios más precarios del país.
También se dijo que “lanzaremos dos programas: “Comprométete con una Escuela” y “Comprométete con un Niño”, para que fundaciones, empresas y profesionales apoyen con recursos económicos y medios humanos a los establecimientos más pobres o apadrinen a niños de escasos recursos”. Aquello resulta ser uno de los puntos más preocupantes, ya que es un incentivo directo para el lucro en la educación y al paulatino fin de la educación pública. Por lo tanto toda lucha que se ha dado por parte de los estudiantes en el pasado, sería vulnerada y vapuleada por esta privatización encubierta.
“En noveno lugar, seguiremos mejorando nuestro sistema de educación superior y haremos que los aportes del Estado a las universidades…”, sólo con esa parte nos basta para darnos cuenta de la inexplicable exclusión que sufren los compañeros que estudian en Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica, estando en dichas instituciones quienes más beneficios estatales necesitan. En Santiago la mayoría de los estudiantes de educación superior con escasos recursos se concentran en Universidades privadas, Centros de Formación Técnica, Institutos Profesionales. Mientras que este panorama cambia en regiones, donde la gran mayoría se concentra en Universidades Tradicionales como la de Antofagasta, Bío – Bío, UPLA, entre otras.
Por otro lado se anunció que ante la masiva deserción de jóvenes en la educación, se implantarán más métodos de préstamos para aquellos que no puedan pagar sus estudios, como la expansión del Crédito con Aval del Estado. Con respecto a éste punto, a fines de marzo de éste año la comisión Ingresa informó que uno de cada cinco estudiantes en la educación superior tiene el crédito con aval del Estado, donde el 84% de éstos es parte del 60% más pobre del país. Eso quiere decir que uno de cada cinco jóvenes está estudiando gracias a una deuda que estará pagando luego por hasta 20 años, y con un interés cercano al 6%. La ayuda del Gobierno en otras palabras, será más bien para los bancos que ampliarán el número de clientes endeudados. No es ningún favor el que nos hacen, sólo nos sacan del apuro jugando con las esperanzas de los jóvenes más pobres y de sus familias, que ven en la educación una posibilidad de cambiar sus condiciones materiales.
Esto nos demuestra que la educación es uno más de los blancos a los que apuntan los empresarios para lograr su cometido, éstos mecanismos de préstamo implican que los estudiantes nos tengamos que seguir endeudando cada vez de manera más directa y brutal.
Acerca de la represión y la criminalización de la protesta social
En cuanto a la situación de las Fuerzas Armadas y de Orden; se indicó que se cumplirá “el compromiso de aumentar en 10.000 la dotación de nuestros Carabineros y en 1.000 el número de detectives, en las calles”.
Es de primera necesidad referirnos a este tema ya que entre más se incremente la cantidad de efectivos al servicio del patrón, más dura se torna nuestra tarea y, a la vez, más compromiso debemos adquirir en ella. El aparato represivo del Estado es aquel que busca, por medio de la fuerza, defender los intereses clase de los poderosos de este país.
Hay que dejar patente la situación actual de la represión en éste país, ya que en las últimas movilizaciones estudiantiles hemos sido víctimas de una desmedida actuación por parte de las Fuerzas Especiales de carabineros, y también tenemos que tener suficientemente claro que, especialmente en este gobierno, los efectivos represivos tendrán una mayor defensa y libertad en sus acciones.
Como prueba de lo anterior se dijo que “estableceremos en plenitud el respeto debido a nuestros Carabineros y policías. Para ello, enviaremos un proyecto de ley que busca aumentar las penas al maltrato de obra o palabra a Carabineros y policías. Queremos que todos sepan que, cuando se dirigen a ellos, están frente a un representante de la ley, de la seguridad y del orden”.
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