PSU: aumentan las desigualdades sociales

X CONVERGENCIA ESTUDIANTIL

Al parecer de alguna forma las desigualdades educativas existentes se han convertido en parte del sentido común, en tanto año a año vemos como las distintas pruebas (PSU, SIMCE, etc.) muestra la desigual brecha existente entre los sectores privilegiados y los más desposeídos, transformándose casi en una costumbre.

Este año no ha sido la excepción, los resultados del PSU entregados hace algunos días volvieron a mostrar la desigualdad educativa que azota a este país. A pesar de que desde el gobierno se intente maquillar esta situación y colocar en primera plana el aumento de puntajes nacionales (125 más que el año pasado) o echarle la culpa al paro de profesores o a las movilizaciones estudiantiles, la realidad es que las diferencias entre la educación particular y la municipal se extreman cada vez más. La diferencia entre los estudiantes de ambos tipos de establecimientos fue de 159 puntos en Matemática (un punto más que el año pasado) y 150 puntos en Lenguaje (4 puntos más que el año pasado), en donde más del 70% de los puntajes nacionales corresponden a estudiantes de establecimientos particulares.

Esta situación nos hace evidente un conjunto de problemáticas y situaciónes. En primer lugar, la clara existencia de una educación para ricos y una educación para pobres, en donde la calidad educativa está asegurada en función de los bolsillos de las familias. En segundo lugar, la existencia de un filtro social y de género como lo es la PSU, que finalmente le permite a los sectores altos llegar a las mejores universidades del país. En tercer lugar, la existencia de una educación superior al servicio del mercado y de las clases altas, por ejemplo, con el Aporte Fiscal Directo, en donde el Estado entrega dineros las universidades que reciben a los mejores puntajes en la PSU, es decir, entrega dinero a aquellas instituciones que reciben a los estudiantes con más dinero. En cuarto lugar, la dictadura ejercida por las instituciones educativas (gracias al libre mercado), en donde se monta un verdadero espectáculo para captar estudiantes, como si fuese una liquidación de multitienda, muchas veces para llevarlos a carreras sin mayor perspectiva y sin condiciones decentes de estudio, todo en un sistema en donde los aranceles están entre los más caros del mundo y la calidad educativa entre las peores.

Sabemos que debemos lograr soluciones inmediatas a algunos de estos puntos, como el fin de la PSU, financiamiento del Estado no en función de los puntajes PSU sino de las necesidades socioeconómicas, terminar con la educación municipal y el sistema de subvenciones, congelamiento de aranceles e igualación del arancel real con el arancel de referencia, etc. Pero también entendemos que la verdadera solución a estos problemas pasa por la transformación radical de todo el sistema educativo y la construcción de una educación totalmente diferente. Se vendrán las vacaciones, el trabajo, la playa, el sol, pero los problemas seguirán y nuestra lucha también, por tanto debemos aprovechar este pequeño periodo de “descanso” para reflexionar, prepararnos y, sobretodo, recuperar fuerzas para las luchas que se avecinan.